Toda historia tiene un principio.
Esta historia comienza en una biblioteca de alguna universidad pública, aquella en la que Dhonesto estudió su carrera de química.
Allí, mientras Dhonesto estudiaba y hacía sus tareas, un profesor se le acercó y le hizo una propuesta. Como aquel profesor tenía dos caras, lo llamaremos Dosfacio.
De ahí surgió la primera beca de investigación que Dhonesto tuvo.
Dhonesto empezó así a trabajar para Dosfacio, haciendo investigación química para algunas empresas privadas en los laboratorios de aquella universidad pública.
Dhonesto cobraba por su trabajo investigando. El dinero venía, en parte de las empresas privadas para las que investigaba, y en parte de fondos públicos.
El acoso laboral que Dhonesto sufrió en la universidad pública no vino de forma repentina, fue el desenlace a muchos años de trabajo en un ambiente hostil, en un entorno corrompido.
